Todos conocemos las caries o la enfermedad de las encías y precisamente por eso intentamos evitarlas mediante el uso regular del cepillo de dientes y del hilo dental. Realizar estas dos acciones higiénicas a diario nos ayuda a eliminar la placa –principal causante de las infecciones en dientes y encías.
Mantenimiento de la salud oral
Unos dientes blancos y limpios, unas encías de color rosa y un buen aliento suelen ser los tres indicadores de una buena salud oral. Si tu salud dental es pobre, esto puede afectar tanto a tu salud general como a tu nutrición. Por este motivo, mantener unos buenos hábitos de salud oral es importante tanto para niños como para adultos.
Mantén el brillo de tu sonrisa con los siguientes buenos hábitos de salud oral:
Sigue una dieta equilibrada con una buena cantidad de verduras, frutas, cereales integrales y productos lácteos desnatados. Evita comidas altas en azúcar y almidón y toma mucha agua cada día.
Cepíllate los dientes dos veces al día durante dos minutos y pon especial atención a la línea de las encías. Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves y pasta con flúor. Cepillarte la lengua limpia y refresca tu boca y elimina las bacterias que allí se acumulan.
Pásate el hilo dental al menos una vez al día. En caso que tengas dificultades para hacerlo, puedes utilizar un limpiador interdental en forma de hilo o cepillo, ya que es más fácil de utilizar. Ve en cuidado con tus encías, ya que puedes llegar a dañarlas.
Sustituye el cepillo de dientes cada tres meses o cuando esté desgastado.
Visita a tu dentista o higienista dental para recibir chequeos orales y limpiezas profesionales. En caso de sufrir sensibilidad dental, sangrado de las encías u otros problemas orales, no los ignores. Pueden suponer un gran problema si no se tratan a tiempo.
Mal aliento
El mal aliento o halitosis es un problema que sufrimos todos de vez en cuando, pero que se complica cuando se trata de algo permanente. Sus causas son muchas: por un lado están los alimentos de sabor fuerte como el ajo o la cebolla, pero por el otro están situaciones más peligrosas como la placa, los restos de comida entre los dientes, las caries, la boca seca, algunos medicamentos, las enfermedades de riñón o hígado, problemas respiratorios, de estómago o la diabetes.
El mal aliento que no se elimina después de utilizar el hilo dental, cepillarse los dientes y la lengua y someterse a rutinas dentales profesionales, puede ser un signo de un problema médico que debe ser evaluado por un profesional dental.
Cuida de tus encías
Un causante muy común del mal aliento es la enfermedad periodontal. Si no te cepillas los dientes y no se pasas el hilo dental a diario, la placa se acumula en la línea de la encía y puede provocar que tus encías se infecten. La enfermedad periodontal severa, llamada periodontitis, puede provocar que tus dientes aumenten su movilidad, se caigan o requieran una exodoncia.
Además, puede que sufras enfermedad periodontal y no lo sepas. Si sufres mal aliento crónico, encías rojas e inflamadas, te sangran las encías, sufres movilidad dental o ves cualquier otro cambio en tu boca, visita a tu dentista cuanto antes.
Dientes sanos para toda la vida
Los consejos que te daban tus padres y tu odontopediatra cuando eras pequeño siguen siendo igual de importantes ahora que eres adulto. Mantener unos buenos hábitos de salud oral durante toda tu vida te ayudará a mantener tus dientes y encías sanos para siempre.
Fuente: https://www.propdental.es/blog/odontologia/buenos-habitos-de-salud-oral/